VIGO EN ESTADO DE ALARMA (1933)

VIGO EN ESTADO DE ALARMA

A última hora del domingo día 10 de diciembre de 1933, un alguacil municipal recorría varias calles del centro de Vigo, acompañado por un número de la Guardia Civil, pegando el bando del gobernador civil por el que se proclamaba el estado de alarma. La medida había sido tomada por el Gobierno dirigido por Martínez Barrio ante los rumores de un levantamiento revolucionario dirigido por la CNT, el sindicato anarquista. El movimiento libertario se producía durante el cambio de gobierno, tras las elecciones legislativas que darían entrada a la derecha en el poder. El día 3 de diciembre se había establecido el estado de prevención, primer nivel contemplado por al constitución republicana para afrontar situaciones excepcionales. En Vigo, el Ejército custodiaba la fábrica de gas y electricidad, el Banco de España y la traída de aguas. Las tropas se encontraban acuarteladas. Aunque el Gobierno está preparado, los hechos violentos se suceden, de forma coordinada, en toda España. En Sevilla, elementos anarquistas vuelan un puente al paso de un tren, provocando varios muertos.

Guardias de asalto en 1933

El mismo domingo 10 de diciembre, la Dirección General de Seguridad ordena el ingreso en la cárcel a los directivos y personas más significativas de la CNT en Vigo y su comarca**. Al mismo tiempo, son clausurados todos los locales cenetistas de la ciudad, es decir, la sede de la Federación Local de Sindicatos en la calle 14 de abril (Eduardo Iglesias), Sindicato de Boteros (San Bernardo) y del personal de la flota pesquera (San Francisco). Pocas horas después, comienzan los incidentes, aunque de menor entidad a los registrados en la ciudad de A Coruña, donde se registran cuatro explosiones de artefactos explosivos, provocando varias muertes. A las 23.30 horas, estalla un petardo en la iglesia parroquial de Teis, ocasionando algunos daños de poca importancia. También se produjo un intento de quema de la iglesia de Santa Cristina de Lavadores, cuando unos desconocidos rociaron con gasolina sus puertas. La rápida acción de los vecinos impidió que el fuego se extinguiese al resto del edificio. Las noticias que llegaban de otros puntos de España provocaron cierta tensión, reflejada en pequeños incidentes. Durante la madrugada del martes 12, un centinela que protegía el edificio de la Telefónica, disparaba, provocando la rápida intervención de la Guardia Civil. Fue una falsa alarma. Como también la ocurrida en la fábrica de gas, donde otro soldado efectuó disparos contra un grupo de personas que no respondieron a la señal de alto. Resultaron ser un grupo de vagabundos que acostumbraban dormir en unas gabarras de la playa. El día 12 de diciembre, el Gobierno daba por sofocado el movimiento revolucionario.

Niveles de excepción:

Prevención. Primer nivel de excepcionalidad previsto en la Ley de Orden Público del 28 de julio de 1933. Se tomaban una serie de medidas preventivas para asegurar el abastecimiento y los servicios públicos, pero sin suspender las garantías constitucionales. Entre 1931 y 1936, fue activado en doce ocasiones.

Alarma. Suspendía derechos como la manifestación, asociación, sindicación y reunión. Los fuerzas de orden público podían detener preventivamente a quien considerase. Se censuraban las publicaciones y la policía podía entrar en el domicilio de un sospechoso. En caso de necesidad, se podía ordenar el cambio de ciudad a una persona considerada problemática. Durante la II República fue empleado en catorce ocasiones hasta julio de 1936.

Guerra. Último recurso del Estado para garantizar el orden ante rebeliones y actos sediciosos. La autoridad militar adquiría grandes atribuciones y podía emplear la fuerza para restablecer el orden. Los funcionarios tenían que poner a las ordenes de los militares. Por raro que parezca, este instrumento legal fue puesto en práctica por los diferentes gobiernos en diecisiete ocasiones. Hay que señalizar que estos momentos de excepcionalidad fueron aplicados en algunas ocasiones en todo el territorio nacional, pero, en algunos casos, se ejecutaron solo en algunas provincias.

 

*Texto extraído del blog https://lamasdono.blogspot.com cuyo autor es Jorge Lamas y ampliados algunos datos por parte de CNT-VIGO

**El semanario Tribuna de la Ciudad de Tui (10/12/33), se hace eco de la detención de varios anarcosindicalistas, entre los que se encuentra Gumersindo Rodriguez. Este, junto con Enrique Jano (Hijo) y los mozos del bar Nuñez son conducidos a Ferrol para comparecer ante un Consejo de Guerra.